Errores en el Riego: Los más Comunes y cómo Solucionarlos

Escrito por: Ing. Ricardo Hernández Villaseñor
Tiempo de lectura de 10 minutos
Agrónomo

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¿Qué es el riego presurizado?

El riego presurizado es un sistema de irrigación que emplea presión para distribuir el agua de manera controlada y precisa a las plantas, mejorando su aprovechamiento y reduciendo desperdicios. Sin embargo, los errores en el riego, como una presión inadecuada o una distribución desigual, pueden afectar la eficiencia del sistema y el desarrollo óptimo del cultivo.

A diferencia del método de riego por gravedad o también conocido como riego rodado, donde el agua corre libremente sobre el terreno, en el riego presurizado se utiliza un sistema de tuberías, mangueras, aspersores y emisores o goteros que aplican el agua directamente sobre el área de las raíces o en gotas finas alrededor de la planta.

Microaspersor de riego con estaca

Existen varios tipos de riego presurizado, entre los más comunes están:

Riego por aspersión:

El agua se aplica en forma de gotas pequeñas, simulando una lluvia, a través de aspersores distribuidos a lo largo de todo el terreno.

Riego por goteo:

El agua se distribuye en forma de gotas directamente en la zona de las raíces, lo que permite un uso más eficiente y localizado del agua.

Riego por Microaspersión:

Similar al riego por aspersión, pero con un alcance menor y con gotas finas. Se utiliza en cultivos donde es necesario aplicar agua en zonas más reducidas.

Riego por nebulización:

Es un tipo de sistema de riego presurizado que genera una niebla que mejora la humedad del ambiente y favorece el desarrollo de las plantas. Se utiliza principalmente en invernaderos, propagación de cultivos y sistemas de enfriamiento, reduciendo el consumo de agua y evitando el encharcamiento.

El riego presurizado es ampliamente utilizado en la agricultura, jardinería y zonas urbanas, ya que permite ahorrar agua, mejorar la eficiencia del riego y la aplicación de nutrientes, además poder adaptar el flujo según las necesidades de cada planta.

Ventajas del riego presurizado:

1.- Ahorro de agua: Permite aplicarla de manera precisa y controlada, reduciendo las pérdidas por evaporación.

2.- Distribución uniforme: Asegura una distribución homogénea del agua en toda la superficie del cultivo, lo que mejora la eficiencia.

3.- Facilita la fertilización (fertirriego): Permite añadir fertilizantes y plaguicidas junto con el agua de riego, lo que optimiza el uso de nutrientes y los distribuye uniformemente en el suelo.

4.- Menor aparición de malezas: Al aplicar el agua de manera localizada, reduce el riego en áreas no deseadas, limitando el crecimiento de malezas.

5.- Reducción de enfermedades: Evita el exceso de humedad en la parte aérea de las plantas, lo que disminuye el riesgo de enfermedades.

6.- Adaptabilidad: Es ideal para terrenos irregulares o con pendientes, donde otros sistemas de riego podrían ser menos eficientes.

7.- Automatización: Se adapta fácilmente a sistemas automatizados, lo que permite programar el riego y ajustarlo a las necesidades específicas de cada cultivo.

Nebulizador con manguera de riego

Errores de riego más comunes en la presión de los diferentes sistemas.

Además de los siguientes consejos, es recomendable realizar un mantenimiento preventivo general de todo el sistema. Esto incluye inspeccionar regularmente la presión con ayuda de manómetros, de los goteros, aspersores, microaspersores, nebulizadores, etc., así como limpiar, ajustar las conexiones y monitorear el desempeño de la bomba y los filtros para evitar problemas de presión insuficiente.

Además de las siguientes recomendaciones, se aconseja llevar a cabo un plan de mantenimiento preventivo integral de todo el sistema. Esto incluye inspeccionar regularmente la presión de los goteros, aspersores, microaspersores, nebulizadores, etc., así como limpiar y ajustar las conexiones.

También es importante monitorear el rendimiento de la bomba y los filtros para evitar problemas de presión insuficiente y garantizar un funcionamiento óptimo del sistema de riego.

1 Presión insuficiente.

1.1 Fugas en las tuberías.

Son las principales causas de pérdida de presión en sistemas de riego presurizado, siendo uno de los errores en el riego más comunes. Las fugas pueden ocurrir por grietas en las tuberías, conexiones mal selladas o por el desgaste de las juntas.

Además de reducir la presión, el consumo de agua aumenta y se incrementan los costos de producción, además de que hay disminución en la eficiencia del sistema.

Las fugas son problemas más comunes en sistemas “antiguos” o en instalaciones que son sometidos a cambios bruscos de temperatura, presiones excesivas o movimientos del terreno.

Solución al problema.

Realizar inspecciones periódicas en las líneas de riego para identificar posibles fugas. Estas pueden detectarse a simple vista en áreas húmedas o en zonas donde haya un crecimiento excesivo de malezas.

Reparar las fugas con cintas de sellado, abrazaderas y en casos muy graves, reemplazar toda la sección de la tubería dañada.

En sistemas grandes, puede ser útil instalar sensores de presión en varios puntos para identificar caídas de presión que indiquen la presencia de fugas y errores en el riego muy comunes en sistemas bajo tierra.

1.2 Conexiones sueltas o defectuosas.

Las conexiones mal realizadas, como coples flojos o válvulas mal ajustadas, permiten que el agua se escape, esto provoca una caída de presión en el sistema.

En instalaciones de gran tamaño, incluso una pequeña fuga en una conexión puede acumular pérdidas importantes de presión a lo largo del sistema.

También puede pasar si las conexiones no fueron ajustadas correctamente durante la instalación, por uso de materiales de baja calidad o si las conexiones se desgastaron con el tiempo.

Solución al problema.

Revisar que todas las conexiones estén bien ajustadas y que las juntas estén en buen estado, especialmente después de la instalación o mantenimiento.

Utilizar cinta de teflón en las conexiones roscadas para evitar fugas.

Verificar regularmente las válvulas de cierre y ajuste, reemplazando cualquier conexión que presente señales de desgaste.

1.3 Bombas de riego con poca capacidad.

Una bomba de agua de menor capacidad para la extensión del sistema, no genera la presión adecuada para cubrir todo el terreno.

Si la bomba no tiene la potencia adecuada para el tamaño del sistema, la presión disminuye significativamente en las secciones más alejadas.

Los errores en el riego también puede deberse a un incremento en el área de regado y no se cambió la bomba por una de mayor capacidad.

Solución al problema.

Verificar si la bomba instalada es suficiente para el área y el número de emisores del sistema.

Si el sistema ha crecido, es necesario considerar aumentar la capacidad de la bomba existente o agregar una segunda bomba de refuerzo para mejorar la presión en las áreas más lejanas.

Es fundamental seleccionar una bomba de riego adecuada al caudal y presión requeridos para evitar la sobrecarga y desgaste de la bomba.

1.4 Filtros obstruidos.

Los filtros son esenciales para evitar que partículas sólidas obstruyan los emisores, por la acumulación de sedimentos como arena, materia orgánica y otros materiales, lo cual restringe el flujo del agua.

Una obstrucción en los filtros reduce el volumen de agua que circula y disminuye la presión en el sistema.

Este problema es más frecuente en sistemas de riego por goteo o microaspersión, donde los emisores tienen orificios muy pequeños que se obstruyen fácilmente con partículas presentes en el agua.

Solución al problema.

Filtro y manómetro para riego

Lavar los filtros regularmente para evitar acumulación de sedimentos, que disminuyan la presión en el sistema. La frecuencia de limpieza dependerá de la calidad del agua utilizada.

Considerar la instalación de filtros adicionales o de mayor capacidad en sistemas donde el agua contiene muchas partículas en suspensión.

En algunos casos, puede ser necesario reemplazar los filtros si las mallas o discos están dañados o si ya no es eficiente en la retención de partículas.

2 Presión excesiva.

2.1 Bombas demasiado potentes.

Una bomba con más capacidad a la necesaria impulsa agua a una presión superior a la que el sistema puede manejar de forma efectiva, especialmente en sistemas pequeños o de mediana extensión.

Esto sucede cuando se selecciona una bomba sin considerar la extensión del sistema, el tipo de emisores o la presión requerida. La presión alta desgasta rápidamente los emisores y puede causar fugas en las conexiones y tuberías.

Solución al problema.

Las válvulas reguladoras de presión ayudan a mantener una presión constante a lo largo del sistema de riego, controlando el flujo en diferentes puntos.

Es recomendable instalar estas válvulas en las áreas más cercanas a la fuente de agua, ya que allí es donde la presión tiende a ser mayor. Además, se pueden instalar válvulas de control en cada zona de riego para ajustar la presión a las necesidades específicas de cada sección del sistema.

Estas válvulas permiten una regulación precisa, evitando daños por presión excesiva y garantizando una aplicación de agua uniforme.

3 Obstrucciones de emisores y líneas de riego.

3.1 Restricción del flujo de agua.

Sedimentos como arena, arcilla, tierra y materia orgánica, se acumulan en las mangueras de riego y emisores, lo que provoca errores en el riego muy habituales, como las obstrucciones que van restringiendo el flujo de agua y reducen la presión, en tramos posteriores de la tubería.

Estos sedimentos son comunes en sistemas que utilizan agua de fuentes abiertas, como ríos o canales y el riesgo de obstrucción aumenta si el sistema no está equipado con filtros adecuados.

A medida que el agua avanza por las líneas de riego, cada obstrucción adicional reduce la presión y afectando la capacidad del sistema, reduciendo la uniformidad del riego y en especial en las zonas más lejanas de la bomba de riego.

Solución al problema.

Instalar filtros de malla o disco en el sistema, antes de los goteros, aspersores o microaspersores, evitan que partículas de mayor tamaño y sedimentos entren en las tuberías y taponen los emisores. Es importante establecer un programa periódico de limpieza de filtros, ya que las mismas partículas de suciedad adheridas en el filtro reducen la presión en el sistema.

Realizar una limpieza periódica en los emisores, especialmente en sistemas de riego por goteo y microaspersión, esto ayuda a remover cualquier obstrucción y mantener una presión constante en el sistema.

Cuando se tienen problemas con sales en el agua, se recomienda regar con agua y ácidos como el fosfórico o nítrico, en concentraciones bajas. Esta acción contribuye a disolver los depósitos incrustados en los emisores y líneas de riego, mejorando el flujo.

Purgar las líneas periódicamente para retirar del interior de las tuberías toda clase de sedimentos y partículas acumuladas. Esta práctica debe realizarse en especial en líneas de riego largas y con sistemas de baja presión.

4 Pérdida de presión en sistemas largos o irregulares.

4.1 Pérdida de presión en sistemas largos.

El agua pierde presión debido a la fricción con las paredes de la tubería, a esto se le conoce como perdida por fricción y es directamente proporcional a la longitud de la tubería, dependiendo del diámetro, material y la velocidad de flujo.

Cuanto más largo es el tramo de tubería, mayor es la pérdida de presión, lo que significa que los emisores más alejados de la fuente de agua reciben menos presión, por lo tanto, riegan en menor cantidad. Esto genera una distribución desigual en el riego, afectando la uniformidad y eficacia del sistema.

4.2 Perdida de presión en terrenos irregulares.

En terrenos con pendientes, la gravedad también juega un papel importante en la variación de la presión generando errores en el riego. Cuando el agua fluye en tramos ascendentes, pierde presión debido a la resistencia causada por la fuerza de gravedad. En cambio, cuando desciende por una pendiente, la presión aumenta, lo cual puede provocar problemas de exceso de presión en las áreas más bajas del sistema.

Estas variaciones no solo afectan la uniformidad del riego, sino que pueden causar daños en los emisores y en las tuberías, especialmente en las zonas de mayor presión.

Solución al problema.

Las válvulas reguladoras de presión ayudan a equilibrar las variaciones de presión a lo largo del sistema. Al instalarlas en puntos estratégicos, como después de tramos ascendentes o en zonas donde la presión se acumula, es posible mantener una presión constante en todo el sistema y evitar errores en el riego.

Las válvulas reguladoras permiten que cada sección del sistema reciba la presión necesaria para un riego uniforme, evitando problemas de exceso o insuficiencia de presión en las diferentes zonas.

Dividir el sistema en zonas más pequeñas permite manejar la presión de cada área de forma independiente, usando válvulas de sectorización. Esto es especialmente útil en terrenos irregulares, donde las variaciones de presión pueden ser significativas.

Cada zona puede operar con su propia válvula de control, lo cual permite aplicar la presión adecuada en función de la ubicación y características de la zona. Además, la división en zonas reduce la longitud de las tuberías en cada tramo, minimizando la pérdida de presión por fricción.

Elegir un diámetro de tubería adecuado es fundamental para reducir las pérdidas de presión en sistemas largos. Las tuberías de mayor diámetro permiten que el agua fluya con menor resistencia y a menor velocidad, lo que reduce la fricción y la caída de presión a lo largo del recorrido.

5 Desgaste de los equipos.

5.1 Perdida de eficiencia de la bomba de riego.

Con el uso continuo, el desgaste en los impulsores, sellos y otros componentes internos de la bomba disminuye su eficiencia y capacidad de presión, especialmente si la bomba trabaja en condiciones de alta demanda o con agua que contiene partículas abrasivas.

Cuando una bomba desgastada no produce la presión adecuada, se generan variaciones de presión en el sistema, lo cual afecta la uniformidad en la distribución del agua y puede dejar ciertas zonas sin un riego adecuado.

5.2 Desgaste de válvulas.

Estos equipos controlan y regulan el flujo de agua en distintas partes del sistema, permitiendo que cada zona reciba la presión correcta. Sin embargo, cuando las válvulas se desgastan generan errores en el riego, presentando fugas internas, dificultad para cerrarse o abrirse completamente o una menor precisión en la regulación del flujo.

Esto provoca pérdidas de presión y en algunos casos un aumento de presión en secciones donde las válvulas no funcionan correctamente. Las válvulas desgastadas pueden impedir que la presión se distribuya de manera uniforme, afectando el rendimiento del sistema de riego en su totalidad.

Solución al problema.

Realizar un mantenimiento regular de la bomba y las válvulas, es clave para prolongar su vida útil, evitar errores en el riego y mantener una presión estable en el sistema de riego. Este mantenimiento incluye la limpieza de impulsores, revisión de sellos y juntas, lubricación de partes móviles y ajuste de válvulas.

Revisar periódicamente el rendimiento de la bomba y de las válvulas ayuda a detectar fallas antes de que causen una pérdida de presión significativa, permitiendo realizar ajustes o reparaciones menores que eviten el desgaste acelerado.

Cuando un componente muestra signos de desgaste o falla en su función, como una bomba que ya no alcanza la presión requerida o una válvula que pierde agua, es recomendable cambiar o reparar ese componente.

Sustituir a tiempo los componentes desgastados evita que el sistema trabaje con presión irregular y reduce el esfuerzo en otros elementos del sistema, como las tuberías y los emisores, que también se ven afectados por las fluctuaciones de presión.

Si te gusto esta guía, puedes consultar las siguientes:
Cómo funciona un Sistema de Riego por Aspersión.
Clasificación y Funcionamiento de Bombas para Riego.
¿Qué es el riego por nebulización?.
¿Cómo instalar una Manguera Plana, Lona o Lay flat?.
¿Qué son las Válvulas Solenoides?.

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