Escrito por: Ing. Ricardo Hernández Villaseñor
Tiempo de lectura 15 min
Métodos de control fitosanitario Agrícola: 
Métodos de control fitosanitario agrícola
Los métodos de control fitosanitario agrícola son estrategias utilizadas para prevenir, reducir o eliminar los daños causados por plagas y enfermedades en los cultivos. Estos métodos son fundamentales para proteger la sanidad vegetal, asegurar una producción sostenible y minimizar pérdidas económicas. Su correcta aplicación permite mantener un equilibrio entre la productividad y el cuidado del medio ambiente.
Existen diferentes tipos de control fitosanitario, entre ellos el control cultural, que incluye prácticas como la rotación de cultivos, el uso de semillas sanas, la poda y el manejo adecuado del riego. Estas acciones buscan crear condiciones desfavorables para las plagas y enfermedades, reduciendo así su incidencia sin necesidad de químicos. Son métodos preventivos que forman parte de una agricultura más sostenible.
Otro enfoque importante es el control biológico, que consiste en utilizar enemigos naturales de las plagas, como insectos benéficos, hongos o bacterias. También está el control químico, basado en el uso de productos fitosanitarios (plaguicidas), el cual debe aplicarse de forma responsable y solo cuando sea necesario.
La integración de estos métodos de control fitosanitario agrícola en un manejo integrado de plagas (MIP) permite una protección eficiente y respetuosa con el entorno.
Control Mecánico
Abarca las técnicas más simples de la lucha contra las plagas, consisten en la eliminación directa de insectos y órganos infectados de las plantas, así como evitar que estos alcancen tu cultivo colocando barreras y trampas:
a) Trampas
Estas incluyen la utilización de atrayentes y cebos, para capturar o eliminar algún organismo.
Trampas adhesivas o pegajosas:
Están hechas por lo general de plástico o cartón, son de colores brillantes como el azul o el amarillo, estas pueden ser impregnadas de aceite o grasa transparente para que el insecto se pegue al pararse, también existen en el mercado productos que facilitan el control con mayor duración de tiempo a las inclemencias del clima (sol y lluvia).
Trampas de agua:
Pueden ser de diferentes formas, y estar hechas de diversos materiales, pero el principio es el mismo. Se coloca un sebo, que puede ser una luz o algún material de un color brillante como el amarillo, sobre un recipiente amplio poco profundo con agua, de tal manera que el sebo quede justo en el centro del recipiente con el líquido, el cual por lo general contiene algún tipo de insecticida. Los insectos son atraídos por la luz o el sebo y caen en el agua.
Trampas de luz:
Funcionan mejor durante la noche, se utiliza por lo general luz blanca o luz negra, la forma de eliminar a los insectos es por medio de corriente eléctrica, pero también pueden estar impregnadas por alguno de sus lados, de sustancias pegajosas o insecticidas.
Una de las experiencias más exitosas para la atracción y posterior eliminación de plagas, ha sido con feromonas atrayentes, es una alternativa confiable, segura y de bajo costo para la mayoría de productores y puede ser empleada como herramienta para un manejo integrado de diferentes plagas, principalmente de lepidópteros (orugas) en hortalizas.
Las principales ventajas del empleo de feromonas y atrayentes son:
1. No afectan el ambiente.
2. Las dosis son muy bajas.
3. Las feromonas no perjudican la salud.
4. Fácil empleo.
5. No crean resistencia.
6. Tienen un bajo costo.
7. Son componentes aceptados en programas MIP y orgánicos.
Otra alternativa es la colocación de plantas trampa alrededor de tu cultivo, las cuales no solo atraen a los insectos plaga, sino que a sus respectivos depredadores, además te permitirán actuar antes de que lleguen a tu cultivo. En estas plantas te será más fácil la eliminación de las plagas, y la utilización de diversos métodos.
b) Eliminación de plantas y órganos enfermos
Con esto evitaremos tener focos de infección dentro del cultivo, para lograrlo, una vez localizada la infección en tu cultivo, con mucho cuidado, poda la parte enferma o separa las plantas enfermas, para su posterior eliminación.
c) Tierra de Diatomeas
La tierra de diatomeas actua mediante un efecto físico-mecánico, lo que evita que los insectos desarrollen resistencia genética, un problema común con los plaguicidas químicos convencionales.
Sus partículas microscópicas de sílice poseen bordes afilados y poros absorbentes que dañan la cutícula o exoesqueleto de los insectos, provocando tres procesos clave:
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Abrasión y daño estructural: Las partículas de sílice se adhieren al cuerpo del insecto y, con el movimiento, erosionan su capa cerosa protectora (cutícula), generando microlesiones.
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Absorción de lípidos: La tierra de diatomeas tiene alta capacidad de absorción, eliminando los lípidos y ceras que protegen al insecto de la pérdida de agua.
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Deshidratación: Una vez dañada la cutícula, el insecto pierde rápidamente humedad, llevándolo a una muerte por desecación.
Pero para conocer más a detalle su funcionamiento visita nuestro artículo Tierra de Diatomeas: Propiedades, Beneficios y Formas de Uso.
d) Colocación de barreras
Uno de los objetivos de cultivar en invernadero, además de tener un mayor control sobre las condiciones climáticas, es evitar la entrada de plagas a nuestro cultivo.
Para eso, en las paredes de nuestra instalación o invernadero, podemos colocar malla anti-áfidos las cuales dejan pasar las corrientes de aire dentro de nuestra instalación, pero evitan la entrada de insectos perjudiciales para nuestros cultivos, estas pueden incluir repelentes, inhibidores de alimentación y sustancias diversas con efectos similares.
Si nuestro cultivo es a cielo abierto, una manera de colocar una barrera es sembrando plantas trampa y atrayentes, alrededor de nuestro cultivo, de esta manera podremos mantener a raya a ciertos insectos plaga.
Control Biológico
Es un método de control de plagas, enfermedades y malezas que consiste en utilizar organismos vivos con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo.
El control biológico tiene características propias que lo distinguen de otras formas de control de plagas, particularmente del control químico:
1. El control biológico tiende a ser permanente en algunos aspectos, aunque con fluctuaciones propias de las interacciones entre parasitoides, hospederos, y los efectos de las variaciones físicas del medioambiente.
2. Los efectos represivos del control biológico son relativamente lentos, en contraste con la acción inmediata de los insecticidas en algunos casos.
3. La acción del control biológico no solo es local, también puede ejercerse sobre grandes áreas, de acuerdo a las condiciones climáticas y biológicas predominantes.
a) Control biológico entomológico
Se define como una actividad en la que se manipulan una serie de enemigos naturales, también llamados depredadores, con el objetivo de reducir o incluso llegar a combatir por completo a parásitos que afecten a una plantación determinada.
Hay que considerar algunos puntos en la utilización de enemigos naturales en la plantación:
1. Se debe identificar correctamente la plaga que afecta al cultivo (posición taxonómica, ciclo de vida, capacidad de reproducción, hospederos alternativos, etc.).
2. Se debe realizar una búsqueda bibliográfica intensiva y exhaustiva acerca de los enemigos naturales reportados y de los potenciales, de acuerdo a la posición taxonómica de la plaga.
3. En caso de que el enemigo natural potencial se encuentre presente en la localidad, se debe estimar de la población habitante.
4. Estimación de la población del enemigo natural.
5. En caso de existir disponibilidad comercial, se deben establecer las necesidades para la correcta y oportuna distribución de los enemigos naturales.
Una vez que llega una plaga durante la cosecha, se introduce el enemigo natural para que impida el desarrollo de la población del parásito y no produzca elevados daños.
Los resultados del control biológico a veces no son tan rápidos como se esperan, ya que los enemigos naturales atacan a unos tipos específicos de insectos, contrario a los insecticidas que matan una amplia gama de insectos.
Los enemigos naturales deben ser almacenados inmediatamente después de su adquisición, apropiadamente cuando no se van a utilizar . Generalmente deben ser colocados en bajas temperaturas para interrumpir el ciclo biológico. Dependiendo de las condiciones meteorológicas se verá influenciada la acción de estos enemigos naturales.
Después de su liberación, si la temperatura es alta durante el mediodía, su actividad es más eficaz, llegando a despejar la zona de parásitos donde han sido liberados, pero si la temperatura tiende a subir más de la adecuada pueden incluso llegar a morir, para regular la temperatura puedes utilizar mallas sombra.
Es importante tener en cuenta las condiciones climáticas a la hora de liberar estos enemigos naturales. Unas condiciones óptimas se ven influenciadas por la incidencia de luz, dependiendo de ella los enemigos naturales serán más o menos activos.
b) Formulaciones microbiológicas
Son productos permitidos por los programas de certificación de formulaciones, a base de microorganismos que pueden ser utilizadas en producción orgánica en el caso de hortalizas, los productos de mayor uso son insecticidas a base de distintas cepas de bacterias como Bacillus thuringiensis.
Sin embargo, no se debe pensar que los productos a base de microorganismos están permitidos por su origen biológico, más bien es hasta comprobar que los microorganismos de los que se parte no han sido manipulados genéticamente o sufrido algún tipo de mutación por radiación.
c) Control biológico botánico
El uso de las plantas como agente de control o eliminación de plagas y enfermedades agrícolas es una práctica ancestral, ampliamente utilizada en diversas culturas y regiones.
Existen distintos métodos de control fitosanitario agrícola para usarlas, puedes utilizar únicamente una parte de la planta como las hojas, flores o ramas, a manera de infusión, extracto, tés o purines. Otra manera es el empleo de la planta viva, al colocarla dentro, alrededor o fuera de tu cultivo, para repeler, atraer insectos benéficos, o como barrera natural en contra de organismos que afecten tu cultivo.
El empleo de sustancias provenientes de las plantas en la agricultura, es una alternativa natural y rentable que permite producir alimentos de buena calidad, con un beneficio para el medio ambiente y la salud de los productores y consumidores, ya que el producto no es un elemento tóxico. Esta opción combina y aprovecha aquellas ventajas que brindan las plantas, a través de sus ingredientes activos con comprobada acción insecticida o fungicida.
El ajo, controla plagas de ácaros, babosas, minadores, chupadores, barrenadores, masticadores, áfidos, pulgones, bacterias, hongos y nematodos. Se puede utilizar en forma de extracto, purines y maceración, debemos tener en cuenta que si los ajos son silvestres o ecológicos, tendrán mayores principios activos.
El cempasúchil y la caléndula tienen un cierto efecto repelente contra los nematodos, se puede utilizar en infusiones o té.
Por otra parte, la utilización de la planta viva, sembrada en distintas partes de tu cultivo tendrá excelentes beneficios al sembrarlas dentro de tu cultivo, busca plantas afines a este, como el caso de la albahaca que aparte de repeler moscas y mosquitos que pueden dañar tu cultivo, mejora el crecimiento y el sabor de los jitomates.
De igual manera, la caléndula ahuyenta al escarabajo del espárrago, al gusano del tomate entre otras plagas y puede sembrarse en todo el cultivo.
Control Químico
El control químico de las plagas es la represión de sus poblaciones o la prevención de su desarrollo, mediante el uso de sustancias químicas.
No incluye el uso de compuestos que atraen, repelen, inhiben la alimentación, o producen la esterilización de los insectos.
El éxito del control químico dependerá de:
1. Qué producto se utiliza.
2. La forma en que se aplica.
3. El momento en que se aplica el producto.
Será necesario monitorear las plantaciones por lo menos tres veces por semana, con el propósito de identificar a tiempo plagas o enfermedades.
Con los monitoreos lograremos también, utilizar el plaguicida específico y las dosificaciones adecuadas para un mejor control.
Es necesario hacer uso de adherentes, penetrantes o surfactantes para mejorar la calidad de la aplicación.
Otro factor importante que puede influir en la calidad de una aplicación, es conocer el pH del agua que se utiliza para fumigar (usar reguladores de pH).
Es importante que la persona que fumiga, use adecuadamente el equipo básico de protección con el propósito de evitar intoxicaciones y daños permanentes a la salud.
Después de cada aplicación, es necesario lavar muy bien el equipo de fumigación, con esto evitaremos el daño a empaques y otros accesorios del equipo.
La calibración o la estimación del volumen de agua que se aplica es un factor importante en el control químico, así como el uso adecuado de boquillas.
Preparados orgánicos
Desde tiempos muy antiguos se ha practicado la medicina botánica y se han descubierto plantas que actúan contra las plagas. Entre las plantas reconocidas por su poder insecticida, se encuentran la Physostigma venenosum (Leguminosae) y Chrysanthemum cinerariaefolium (Compositae). Precursoras de los famosos plaguicidas carbamatos y piretroides respectivamente, de estos últimos están hechos algunos de los insecticidas comerciales más vendidos.
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